martes, 10 de febrero de 2015

Un pequeño viñedo para un gran vino


Altos del Enebro se constituyó en el año 2011. Comenzamos nuestra andadura con un equipo de gente joven, pero con una amplia experiencia a nuestras espaldas. A Rodrigo, artífice de este proyecto, desde siempre le rondaba por la cabeza el sueño de trabajar un día sus propios viñedos y elaborar su propio vino.

A través de sus años de experiencia trabajando como enólogo en otras bodegas, tanto en España como en otros países, ha podido ir poco a poco seleccionando y adquiriendo viñedos de la Ribera del Duero.  En nuestros vinos intentamos potenciar las características particulares de la localización de estas viñas, como es el caso de Altos del Enebro, cuyo nombre rinde homenaje al enebro allí presente que se observa desde una gran parte de los viñedos de la zona.

Procedente de un viñedo de una hectárea y media con la que elaboramos exclusivamente 4.255 botellas, sus terrenos son atípicos al resto, bajos en caliza y ricos en sílice, lo cual potencia la presencia mineral en el vino. Al mismo tiempo, a través de las técnicas de cultivo, intentamos aumentar el ciclo biológico de sus cepas. De esta manera obtenemos un vino tinto moderno, con capa alta, ribete estrecho y violáceo, limpio y con densa lágrima.

En nariz ofrece buena intensidad frutal en sus comienzos, apareciendo poco a poco notas terciarias procedentes de los 15 meses que pasa por barrica de roble francés, identificándose notas de caramelo, chocolate, regaliz negro, frutos secos y con una ligera base balsámica. En boca tiene un comienzo cálido, con cierto dulzor, alcohólico, denso, voluminoso, de nuevo con sensaciones frutales y presencia tánica con un ligero amargor final y un postgusto donde se aprecia cierta base de mineralizad como final a este excelente paso por boca.