jueves, 15 de octubre de 2015

Nociones básicas de maridaje



Nos ha ocurrido en varias ocasiones que varios amigos nos han preguntado acerca de con qué vino marida mejor una comida u otra. A veces que si con pescado mejor vino blanco que tinto, a veces que si para una carne es mejor un vino más ligero o más potente… en este post queremos daros unos consejos básicos para que no falléis a la hora de maridar vuestros platos.

No todos los vinos maridan bien con todas las comidas, eso es algo que todos sabemos. Sin embargo, lograr un equilibrio ideal entre vino y plato no siempre es fácil. Si lo logramos haremos que nuestra comida resulte un éxito.

A veces puede parecer que sólo los grandes expertos son capaces de lograr esa combinación perfecta. Por suerte esto no es así. Lograr maridajes que te hagan disfrutar al máximo tanto de tus vinos como de tus platos es fácil siguiendo unos consejos sencillos.

1.- Debemos lograr que ni el vino pueda en sabor y cuerpo a la comida ni viceversa. Esta es probablemente la regla más importante, ya que queremos disfrutar de ambas cosas. En este sentido, maridar es en definitiva logar el equilibrio perfecto entre los dos sabores.

2.- Hay que tener en cuenta el orden, en primer lugar debemos empezar por los vinos más ligeros, seguidos de los más potentes y pesados. Con los platos debemos seguir el mismo proceso, ya que si tomas primero una comida o un vino muy potente, los sabores que sigan a continuación se van a ver atenuados y no vas a poder sacarles el máximo partido. Normalmente los blancos y rosados suelen ser más ligeros que los tintos. No obstante, hay que tener en cuenta que existen algunos tintos muy ligeros y por el contrario, blancos envejecidos en barrica con más cuerpo y estructura. En cualquier caso, generalmente este orden suele funcionar.

3. Fíjate en la añada. Generalmente cuanto más envejecido esta un vino, suele tener más cuerpo y es más complejo en aromas y sabores. Los jóvenes o medias crianzas suelen acompañar bien a carnes de menos sabor como el pollo mientras que los reservas y grandes reservas suelen ser el maridaje perfecto de carnes rojas guisadas o asadas.

4. No siempre pescado es equivalente a blanco y carne a tinto. Sobre todo en determinados pescados, hay que tener en cuenta si llevan salsas que lo hacen más fuerte o si son pescados grasos. En estos casos, el pescado puede combinar perfectamente con tintos ligeros.

5. Los arroces y pastas suelen maridar muy bien con rosados y blancos. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta la salsa que los acompaña, ya que si esta fuera muy sabrosa podríamos introducir un vino tinto de crianza o media crianza.

Si seguís estos consejos, conseguiréis sacar más partido tanto a vuestros platos, como al vino con el que los acompañéis, eso sí, sabiendo que no existen fórmulas definitivas ni reglas inamovibles y que siempre ha de primar la curiosidad y la búsqueda del placer.

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