Hemos decido escribir este post como guiño al comentario que un buen amigo de Altos del Enebro hacía en nuestro perfil de Facebook. Alguna vez habéis escuchado la expresión “que no te la den con queso”. En España significan algo similar a “que no te engañen” o “que no te tomen el pelo”. Si alguien trata de engañarnos decimos que quiere “dárnosla con queso” y también utilizamos la expresión “que no te la den con queso” cuando queremos advertir a alguien de que no sea víctima de un engaño.
¿A que muchas veces habéis tomado vino con queso? Pues seguramente ahí os la han dado con queso… y es que el origen de la expresión tiene que ver precisamente con la mezcla del sabor de estos alimentos.
Esta expresión tan utilizada en estos casos proviene de cuando los antiguos bodegueros recibían la visita de los compradores de vino al por mayor y les ofrecían una cata con tal de que probasen sus caldos antes de comprarlos. Siempre existía alguna añada de vino que salía menos bueno que otros y para que no se notase la baja calidad y fuese adquirido, lo servían acompañado de una ración de queso.
Resulta que el queso es capaz de engañar a las papilas gustativas haciéndolas insensibles a ciertos defectos de los vinos malos. Esto lo sabían los antiguos comerciantes de vino… y sacaban partido de ello. El sabor y fuerte olor del queso disimulaba la baja calidad del vino, por lo que, en muchas ocasiones, el bodeguero acababa engañando a los compradores y estos terminaban comprando ese género al mismo precio que el de mayor calidad.
Eso no quiere decir que no disfrutemos de un Altos del Enebro, de un Tomás González o de cualquier otro vino de calidad con un plato de un buen queso, que es un placer, eso sí, recomendamos probar el vino antes de tomar la tapa, no sea que “nos la den con queso…”
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